4 años y seguimos

Corazón puzzle

Han pasado 4 años desde que un grupo de familias de Aranda de Duero y la comarca decidimos unirnos para trabajar juntos y defender los derechos de nuestros hijos e hijas con necesidades especiales. En 2018 dimos forma a Alea como asociación basada en un grupo de apoyo mutuo y plataforma reivindicativa. Han sido tiempos complicados, sobre todo porque la pandemia del coronavirus se ceba en las personas más vulnerables y la incertidumbre nos ha hecho ser especialmente cuidadosos.

Han sido momentos de trabajo y crecimiento. Hemos puesto en marcha proyectos estupendos como la Guía para las familias de niños y niñas con necesidades especiales, el taller de musicoterapia o esta página web desde donde queremos dar voz a nuestra asociación. Hemos reclamado junto a otras asociaciones el derecho a disponer de las especialidades médicas pediátricas adecuadas en el Hospital de Burgos y la inclusión de los cuidadores no profesionales en las listas prioritarias de vacunación frente al coronavirus.

Hemos organizado y celebrado jornadas para familias y profesionales, una junto a las logopedas de Aranda y otra sobre Sexualidad y Discapacidad. Esperamos poder recuperar pronto este formato.

No todo ha sido trabajar. Hemos obtenido el reconocimiento de Casa Florencio, con su premio San Drogón, del que estamos muy agradecidos y orgullosos y Artedán y Cafetería Tubular nos han apoyado a través de la realización de eventos benéficos.

2022 se asoma con gran incertidumbre. Probablemente las cosas no podrán hacerse todavía «como antes», pero seguiremos haciendo lo que esté en nuestras manos para mejorar la calidad de vida de nuestras niñas y niños. Trabajaremos para que la sociedad de Aranda de Duero y su comarca nos conozca y otras familias sepan que existe una pequeña asociación en la que hay personas que comparten su voluntad y experiencia para salir adelante con una sonrisa (siempre que se puede).